jueves, 3 de enero de 2013

Muhammad (salla allahu a3leyhi wa salam) en los libros de los incrédulos.




Muhammad (La paz y las bendiciones de Allah sean con el) mencionado en los libros de los incrédulos.


  • En la Torá.

Las versiones hebraicas de la Torá aún llevan el nombre de Muhammad sin ambigüedadEn la canción de canciones, capítulo 5, verso 16, podemos leer: Lo que significa: “Su discurso es el más grato. Él es el Gran Muhammad, este es mi amado, este es mi amigo”.

La palabra hebraica claramente indica el nombre de Muhammad pero los judíos y los cristianos rechazan admitirlo e insisten que eso no es un nombre propio sino un epíteto describiendo al Profeta, clamando que ello significa “en suma hermoso”. “Su boca es la más dulce, sí, él es en suma hermoso. Este es mi amado, este es mi amigo”Entonces, ¿Quién puede ser descrito como teniendo todas las virtuosas características sino Muhammad, el Gran Profeta, el amado y favorecido Mensajero de Alláh?

  • En la Biblia.

En el Nuevo Testamento, el nombre del Profeta aparece en varias posiciones. En el Libro de Juan 16:7, leemos palabras de Jesús mientras se dirige a sus Discípulos: “Sin embargo, yo les digo la verdad: ello es un expediente para ustedes que yo me voy lejos, porque si yo no me voy, el confortador (“periclytos” en griego) no vendrá a ustedes”La palabra “confortador” es traducida de la palabra griega “paracletos” la cual ha sido usada para reemplazar la palabra original “periclytos”, que significa “Muhammad” o “Ahmad” en árabe. Las dos locuciones en griego tienen pequeña diferencia en la pronunciación tanto como en su deletreo, por lo tanto, los escribas pudieron haber usado una palabra por la otra en algunas versiones. Judíos y cristianos han preferido la versión corrupta sobre la verdadera.

  • El Evangelio de Barrabás.

Hay un Evangelio conocido por el nombre de Evangelio de Barrabás, el cual la Iglesia prohibió en 492 DC por orden del Papa Gelasio. Fue confiscado en todos lados. Pero aún hay una copia de este Evangelio en la biblioteca del Papa Sixto V. afortunadamente un monje romano llamado Framarino lo sacó a la luz. Él había encontrado las cartas de Irineo, de donde salió el nombre del Evangelio de Barrabás mencionado como referencia. Su curiosidad lo urgió a buscar ese Evangelio. Cuando él se convirtió en amigo cercano del Papa Sixto V, obtuvo esa copia y encontró en ella que habrá un tiempo en que sería clamado que Jesús era el hijo de Alláh, y esta mala concepción continuaría hasta que Muhammad, el Mensajero de Alláh viniera a poner las cosas bien. En el Evangelio de Barrabás (220:4) leemos: “Y esta simulación deberá continuar hasta el advenimiento de Muhammad, el Mensajero de Dios, quien cuando él deba venir, deberá revelar esta decepción a aquellos quienes creen en la Ley de Dios”.
Framarino fue convertido al Islam y publicó entre la gente este Evangelio, al cual la Iglesia se había opuesto.

  • Entre las declaraciones de los cristianos.

El nombre del Profeta (Que la paz y la bendiciones de Allah sean con el) fue claramente mencionado en las escrituras de judíos y cristianos a través de la historia. Escolares musulmanes acostumbraban usar este hecho en sus disputas con los sacerdotes y judíos de conocimiento. En el Libro de Isaías, leemos: “Yo hice tu nombre Muhammad. ¡Oh Muhammad, el único santo del Señor! Tu nombre ha estado ahí siempre”. Esta cita es tomada de “Al-Din wa Al-Dawala” escrito por Ali Ibn Raban Al-Tabari (quien había sido cristiano y abrazó el Islam. Él murió en el 247 H.


Leemos, en el Libro de Isaías también: “Nosotros escuchamos de los extremos de la Tierra la voz de Muhammad”. En el Libro de Habakkuk, leemos: “Dios vino de Tayman, el lugar Santo de la Montaña de Parán. El Esplendor de Muhammad ha cubierto los cielos y la tierra es llenada con su alabanza”. También es mencionado en “Al-Din wa Al-Dawala” de Ali Ibn Raban Al-Tabari. También es mencionado por Ibrahim Khalil Ahmad, previamente un sacerdote cristiano quien abrazó al Islam más tarde e incluyó el verso anterior en un libro que escribió en 1409 H. En Isaías también leemos: “Lo que Yo le daré a él no será dado a nadie más. Ahmad alabará a Alláh nuevamente. Él viene de la mejor tierra, el desierto y sus habitantes se regocijarán. Ellos celebrarán la Unicidad de Alláh en cada lugar elevado y Lo glorificarán en cada monte”. Esto es mencionado por Abdullah Al-Turjuman, cuyo nombre había sido Anslam Tormida. Él había sido un sacerdote español antes de que se convirtiera al Islam. Murió el 832 H.


Alláh (Él Altisimo) dice (traducido): Y cuando dijo Isa hijo de Maryam: “¡Hijos de Israel! Yo soy el Mensajero de Alláh para vosotros, para confirmar la Torá que antes de mí y para anunciar a un Mensajero que ha de venir después de mí cuyo nombre es Ahmad” Pero cuando fue a ellos con pruebas evidentes, dijeron: “Esto es pura magia”(61:6).


El Profesor Abdul-Ahad Dawud Al-Ashuri, el ex-arzobispo de Mosul, quien fue convertido al Islam, dice (en su libro “Muhammad en la Biblia”): La declaración popular entre cristianos: “La Gloria sea para Alláh en los cielos y la paz sea sobre la tierra y la felicidad sea entre la gente;era originalmente: “La Gloria sea para Alláh en los cielos y el Islam sea sobre la tierra y Muhammad es para la gente”.

  • En las Escrituras Hindúes.

El nombre del Profeta (La paz y las bendiciones de Allah sean con el) aparece en las Escrituras Hindúes. En el Sama Veda, leemos: Ahmad adquirió la Sharía (Ley de la Religión) de su Señor. Esta Sharía es totalmente de sabiduría.

"Yo recibí la luz de él justo como del sol".
 En el Atharava Veda (otra Escritura Hindú), Kanda 20, Sukia 127, Mantra 1-3, leemos: “!Oh gente, escuchen esto cuidadosamente!, Muhammad será elevado entre la gente. Su grandeza será alabada aún en el Paraíso y ello estará sujeto a él, y él es el Muhammad”. En el Bhawisha Purana (otra Escritura Hindú), Parv 3, Khand 3, Adhya 3, Shalok 5-8, leemos: “Sólo entonces un hombre iletrado con el epíteto de Maestro, Muhammad por nombre, viene solamente con sus compañeros. El ángel lo purificará con las cinco cosas”. Las cinco cosas de la purificación son obviamente las cinco oraciones diarias que limpian a un musulmán de sus pecados.


Por: Abu Abdillah Mohsin Syed At-Tabib Al-Canadi thuma Al-Amriki.
Fuente: Homepage de Masjid Assalafi.
Trad. al español: Musa Abdullah Reyes.

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